En cinco años, la demanda masculina de cirugía estética en Brasil se cuadruplicó, según la Sociedad Brasileña de Cirugía Plástica. En 2017 se realizaron 72 mil procedimientos por año. Ahora son 276 mil.
En escena, el actor Thiago Uriart ha realizado ya más de 200 representaciones con una sola obra, en la que habla de la relación de una pareja en crisis. El actor, que trabaja con la apariencia y la imagen, siempre necesita lucir bien y por eso decidió mejorar su apariencia: buscó la rinomodelación, un procedimiento estético que levanta la punta y moldea la nariz.
“Mi nariz cambió mucho en fotos y videos, me causó frustración, me dio un poco de tristeza ver mi nariz ahí y con el resultado de la rinomodelación tomé más confianza, pensé que estaba más hermosa. Imprimió algo diferente en las fotos, lo cual fue realmente genial para mí”, dice.
La intervención, que se realizó en mayo de este año, tuvo resultados inmediatos y quedó muy satisfecho. Ahora el actor tiene la intención de someterse a una rinoplastia. “Busqué esto porque era algo que necesitaba cambiar por mí mismo, para sentirme mejor conmigo mismo”, dice.
Al igual que Thiago, otros hombres están adoptando procedimientos estéticos en Brasil, país que es líder en número de cirugías plásticas en el mundo. El cirujano plástico Thamy Motoki explica que los procedimientos más buscados por los hombres son la blefaroplastia, que es la cirugía de párpados; Liposucción y corrección de ginecomastia, cuando hay agrandamiento mamario. “Los hombres tardan un poco más que las mujeres en decidir hacerse el procedimiento, lo posponen, quizás por miedo, algo de aprensión, pero también cuando deciden operarse, están muy decididos, quiero hacerlo mañana”, dice el doctor.
Este aumento, según los expertos, muestra un aumento en la preocupación de los hombres por la estética. El analista de fondos de inversión, Alisson dos Santos Araújo, coincide con las intervenciones: “Un buen entrenamiento en el gimnasio, por la estética del cuerpo, es bueno para la salud, arreglarse la barba, cuidar las cosas siempre es bueno”.
“No hay dinero para cuidarlo, pero si lo tuviera ya estaría en una clínica de belleza cambiándolo todo, mi cuerpo, mi cara, todo”, dice Rodrigo Rodrigues, representante de ventas. Para muchas mujeres, el cambio es bienvenido. “Al cuidar primero la belleza ya tenemos confianza de que otros aspectos de la vida también están bien cuidados, creo que va en esa dirección”, dice la analista financiera Bárbara Cundari.
Agencia NoAr
